La rectocele es una afección que afecta exclusivamente a las mujeres. ¿Por qué? Simplemente porque se trata de una hernia del recto en la cavidad vaginal. Ojo, no debe confundirse con el prolapso rectal. Una rectocele es un prolapso genital, es decir, una caída de órganos que se manifiesta a nivel del vágina posterior, cuando el suelo pélvico está debilitado.
Las causas de un suelo pélvico dañado son múltiples – parto, estreñimiento crónico, sobrepeso, etc. – pero los síntomas son similares. Contrario a lo que se piensa, los prolapsos genitales pueden afectar a mujeres jóvenes, ya que la edad no siempre es un factor determinante.
La aparición de una pequeña protuberancia vaginal, más o menos visible, según el grado del prolapso (clasificación de Baden-Walker), es la primera señal de alerta. Aunque la molestia pueda parecer limitante en el día a día, es totalmente posible aliviar una rectocele con ejercicios.
Entre los tratamientos naturales recomendados para el prolapso, la recuperación posparto del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, así como la recuperación abdominal, son fundamentales. Es esencial fortalecer tu suelo pélvico para reducir la sensación de peso pélvico relacionada con la aparición de una rectocele.
Por suerte, la cirugía no es el único remedio, y los ejercicios para rectocele se pueden realizar fácilmente en casa para aliviar los síntomas. No hay milagros sin esfuerzo: para disminuir las molestias de un prolapso genital, tienes que ejercitar tu suelo pélvico y ser constante.
Comprender la importancia del suelo pélvico y su función en el día a día
La anatomía del suelo pélvico
Primero que nada, ¿qué es el suelo pélvico? También llamado plano pélvico, es una especie de hamaca formada por ligamentos y capas musculares entrecruzadas. Las tres capas musculares forman el suelo pélvico superficial, medio y profundo.

Ubicado en la pelvis, se extiende del pubis al coxis y conecta ambos isquiones en su anchura. Sostiene todos los órganos pélvicos de la mujer, que son la vejiga, el útero y el recto.
💡 Dato cultural: aunque el hombre no tiene útero, también posee un suelo pélvico. Sin embargo, la carga que soporta es menor que la de la mujer.

Los hombres también pueden experimentar trastornos del suelo pélvico, relacionado con la hipertrofia (aumento del volumen) de la próstata.
El impacto del suelo pélvico en la vida diaria
El suelo pélvico es, por tanto, indispensable para mantener los órganos pélvicos en su lugar, ejerciendo una tensión permanente. También juega un papel importante en la continencia, ya que está atravesado por la uretra y el ano. Al controlar la apertura de los esfínteres, actúa sobre la micción y la defecación.
Por último, un suelo pélvico en forma favorece un mejor tono vaginal, lo que se traduce en mayor placer durante las relaciones sexuales.

🎁 Info: Señoras, si tenéis la suerte de alcanzar el orgasmo, sabed que vuestro suelo pélvico es, en parte, responsable ! Las sensaciones durante la penetración se amplifican notablemente con un suelo pélvico tonificado 👍🏻
Las consecuencias de un suelo pélvico dañado
Cuando están demasiado solicitados, los músculos del suelo pélvico se estiran y resisten menos el peso de las estructuras que sostienen. Su debilitamiento puede, por tanto, conducir a la aparición de trastornos, sin gravedad, pero que afectan mucho la vida diaria…

Entre estos trastornos incapacitantes, se pueden mencionar los más frecuentes:
- pérdidas de orina;
- dificultades para retener gases;
- incontinencia anal;
- sensación de pesadez pélvica;
- dolores durante las relaciones sexuales;
- prolapso de órganos (rectocele o cistocele);
- etc.

Por ello, es imprescindible tonificar el suelo pélvico a través de una recuperación del suelo pélvico. Los ejercicios de Kegel son a menudo la referencia.
Desarrollados por el Dr. Arnold Kegel, un ginecólogo estadounidense, en los años cuarenta, consisten en contraer y luego relajar el suelo pélvico para fortalecerlo. Se recomiendan especialmente durante el embarazo y el posparto.
🤰🏻 Futuras mamás: si dais a luz por cesárea, la recuperación del suelo pélvico no es opcional! Durante los meses previos al nacimiento, el bebé, el líquido amniótico y el útero ejercen una gran presión sobre el suelo pélvico. Incluso sin un parto vaginal, el el suelo pélvico puede haber sufrido durante este período.
Tonificar el suelo pélvico con los ejercicios de Kegel para aliviar una rectocele
La respiración, aliada del suelo pélvico
Para empezar, y para sentir bien la contracción del suelo pélvico, conviene realizar los ejercicios en posición tumbada. Colócate cómodamente sobre la espalda, en un lugar tranquilo, sobre una esterilla de yoga, por ejemplo. Las piernas deben estar flexionadas para que la espalda esté plana y bien estirada, sin curvatura. Los pies deben estar separados al ancho de tus caderas. Toma conciencia de tu respiración, inspira por la nariz y exhala por la boca.

🧘🏻♀️ Consejo: concéntrate en la entrada y salida del aire, realiza movimientos profundos cerrando los ojos.
La contracción rápida: ejercitar el suelo pélvico mientras respiras
Una vez que estés atenta a tu respiración y bien relajada, es el momento de empezar a sentir tu suelo pélvico:
- Comienza por vaciar tus pulmones, luego toma una profunda inspiración por la nariz.
- Tan pronto como tu caja torácica esté inflada, exhala suavemente por la boca contrayendo los músculos, como si retuvieras una necesidad urgente. Todo el suelo pélvico debe activarse, incluyendo la parte frontal, ya que la rectocele no debe hacer que descuides otras estructuras del suelo pélvico.

- Relaja antes de inspirar, y retoma la contracción en la próxima espiración.
- Realiza el ejercicio durante 5 respiraciones, luego haz una pausa de 5 segundos antes de continuar.
- Haz este ejercicio 3 veces seguidas, contrayendo tu suelo pélvico lo más fuerte posible, al máximo de tus capacidades.
🙅🏻♀️ Atención: no contraigas ni los glúteos, ni el interior de los muslos, ni los abdominales superficiales para ayudarte a contraer el suelo pélvico. Para empezar, solo el suelo pélvico debe activarse durante estos ejercicios.
El bloqueo del suelo pélvico: mantener una contracción media
Siempre en posición tumbada, piernas flexionadas, el siguiente ejercicio consiste en realizar una contracción media pero prolongada del suelo pélvico. Como en el ejercicio anterior, al momento de la espiración, bloquea tu suelo pélvico al 60 % y mantén la contracción durante 6 segundos. Luego relaja el suelo pélvico durante 12 segundos: el tiempo de trabajo representa la mitad del tiempo de descanso. Realiza este ejercicio 3 veces seguidas, visualizando bien el ascenso del suelo pélvico hacia el abdomen.
🧠 Mnemotecnia: piensa en múltiplos de 6 para memorizar este ejercicio (6 segundos, 60 %, 12 segundos).
Entrenándote regularmente, lograrás sentir mejor y mantener la intensidad media de la contracción. Aplica este ejercicio para preservar tu suelo pélvico de los esfuerzos relacionados con tus actividades diarias: levantarte, caminar o cargar peso.

Es esencial pensar en proteger tu suelo pélvico de los gestos que pueden crear una sobrepresión, para no agravar el prolapso genital. Y para Para aliviar los síntomas de un rectocele, estos ejercicios de contracción son muy fáciles de aplicar en el día a día.
La contracción máxima: prueba la fuerza del suelo pélvico
El último ejercicio propuesto pone en juego la fuerza y la resistencia del suelo pélvico. Tras tomar conciencia de tu respiración, exhala por la boca y contrae tu suelo pélvico con la máxima fuerza posible. Tu respiración debe mantenerse natural, no fuerces el aire, ¡el ejercicio debe realizarse durante un minuto completo!
La contracción del suelo pélvico debe mantenerse máxima hasta el final. Si notas un debilitamiento muscular, aumenta de nuevo la tensión del suelo pélvico. Este ejercicio no debe realizarse varias veces seguidas. Descansa al menos un minuto, con relajación completa del suelo pélvico.
🌬 Consejo: cuenta los segundos en voz alta para evitar la apnea, ¡enemiga jurada del suelo pélvico! La acumulación de aire en los pulmones podría crear una presión abdominal excesiva, perjudicial para la recuperación del suelo pélvico.
Para optimizar tus posibilidades de aliviar un rectocele, estos ejercicios deben realizarse diariamente, en diferentes posiciones. ¡La regularidad es la clave del éxito! Establece una rutina: durante la lactancia, antes de acostarte, en el coche, en la ducha, frente al televisor, etc.
🏆 Entrénate diariamente y realiza estos tres ejercicios en diferentes posiciones: sentada, de pie y tumbada. ¡Te convertirás en una experta en la recuperación del suelo pélvico y verás progresos rápidamente!
Usar los abdominales para preservar tu suelo pélvico
Comprender la sinergia entre el músculo transverso abdominal y el suelo pélvico
Durante los ejercicios anteriores, quizá hayas notado que al contraer tu suelo pélvico, también se activan los abdominales. Esto se debe a que el más profundo de los abdominales, el músculo transverso, trabaja en sinergia con los músculos del suelo pélvico.

Es esencial entender que el suelo pélvico y los abdominales funcionan conjuntamente para realizar una recuperación correcta del suelo pélvico. De hecho, el músculo transverso complementa al suelo pélvico por varias razones:
- Como una faja abdominal, mantiene los órganos en su lugar, mientras que el suelo pélvico los sostiene a nivel pélvico.
- Participa en la respiración, que recuerda, es la aliada del suelo pélvico.
- Por su anatomía, similar a un cinturón abdominal, puede aumentar la presión intraabdominal. Este mecanismo es indispensable para la defecación y la micción, y acompaña la acción del suelo pélvico sobre los esfínteres.
- Su contracción interviene en la tos, el estornudo, la risa o el vómito, todos movimientos que también requieren del suelo pélvico.
Los siguientes ejercicios permiten contraer de forma sinérgica el suelo pélvico y el músculo transverso.
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Realizar ejercicios simples para sentir la contracción de los abdominales profundos
Activación del suelo pélvico y contracción hipopresiva del transverso
Recuéstate boca arriba, dobla las piernas y aplana los omóplatos contra el suelo. Siempre en esta posición, estira bien la espalda, los brazos a lo largo del cuerpo, debes alargarte sin arquear la espalda.

Respira de forma natural tomando conciencia de los movimientos de tu abdomen, sintiendo cómo las costillas se expanden durante la inspiración. Exhala por la boca apretando suavemente el suelo pélvico, al 30%, luego mete el vientre desde el pubis hasta el ombligo, alargándote para estirar la columna vertebral.
Este ejercicio permite crear una depresión en la cavidad abdominal, que hace que el suelo pélvico se eleve y, por tanto, se alivie. Realiza de 8 a 10 movimientos, sin contraer los glúteos.
Contracción baja del transverso
En la misma posición que para el ejercicio anterior, coloca un cojín o una pelota pequeña entre las rodillas.
En cada exhalación, activa el suelo pélvico (30%), mete el vientre y aprieta el cojín entre las rodillas, alargándote. Debes sentir una contracción más pronunciada bajo el ombligo, parte baja del músculo transverso. Realiza este ejercicio de 8 a 10 veces.
Contracción alta del transverso
Adoptando la misma posición que en el primer ejercicio, ahora coge un elástico. Colócalo a la altura de los codos, brazos estirados hacia el cielo, formando un ángulo de 90° con el suelo.

En cada exhalación, activa el suelo pélvico (30%), aspira el vientre y separa los codos, siempre alargándote. Esta vez sentirás la contracción del transverso bajo las costillas, parte alta del músculo transverso. Realiza este ejercicio de 8 a 10 veces.
Ejercicio del puente glúteo
El último movimiento consiste en partir de la misma posición que para el primer ejercicio, sin usar material. Durante la exhalación, activa el suelo pélvico (30%), mete el vientre y levanta la pelvis del suelo.

Para realizarlo correctamente, la espalda debe mantenerse bien recta y la contracción del suelo pélvico y del transverso debe mantenerse. Siempre exhalando, baja lentamente la espalda al suelo, vértebra a vértebra, hasta la pelvis. Realiza este ejercicio de 8 a 10 veces.
Usar bien los abdominales para proteger tu suelo pélvico de las sobrepresiones
Es importante entender la función del músculo transverso para preservar tu suelo pélvico. Si los abdominales no se activan correctamente, toda la presión abdominal recaerá sobre el suelo pélvico, con el riesgo de debilitarlo con el tiempo. Es fundamental usar bien la faja abdominal para dirigir las tensiones hacia arriba, en lugar de hacia el suelo pélvico.

La gimnasia hipopresiva es fundamental: ¡se aplica todos los días! Cada gesto de la vida cotidiana — tos, estornudos, levantar cargas pesadas, deporte, etc. — puede ejercer presión sobre tu suelo pélvico.
Durante la recuperación posparto del suelo pélvico, recuerda practicar deportes suaves que no sobrecarguen demasiado tu suelo pélvico: bicicleta, natación, yoga, Pilates, por ejemplo.

Dominando la sinergia entre el suelo pélvico y los abdominales hipopresivos, conseguirás aliviar tu rectocele con mayor facilidad.
❌ Evita los deportes de impacto y/o sobrepresión como correr, CrossFit, saltar a la comba o el trampolín.
Piensa en el dispositivo médico para entrenar tu suelo pélvico en caso de rectocele
Emy, el dispositivo inteligente interactivo para entrenar en casa
Para optimizar tus posibilidades de aliviar un rectocele, la práctica regular de ejercicios puede combinarse con el uso de un dispositivo inteligente, como Emy.

Este dispositivo médico es revolucionario: permite entrenar tu suelo pélvico en casa, sin la ayuda de un profesional sanitario, gracias al biofeedback. Esta tecnología es utilizada por especialistas porque ofrece un feedback instantáneo a los usuarios/as sobre una actividad fisiológica, como la función muscular.
Esta tecnología reciente, también llamada «retroalimentación biológica», te da la posibilidad de medir las contracciones de tu suelo pélvico.
A través de una aplicación móvil, verás en tiempo real la evolución de tus progresos, gracias a juegos médicos variados y adaptados. Todos estos ejercicios lúdicos están diseñados para aliviar un rectocele, como lo confirma la usuaria habitual Ghislaine.

Sobre todo, la eficacia de este dispositivo médico está clínicamente demostrada. Con el dispositivo Emy, la recuperación posparto del suelo pélvico se vuelve divertida y anima a las usuarias a practicar regularmente los ejercicios propuestos.
📱 La aplicación incluso enviará notificaciones a tu smartphone para que no olvides tu sesión
Saber más más sobre el dispositivo Emy
Los dispositivos de electroestimulación del suelo pélvico para fortalecer tu suelo pélvico
A veces es necesario consultar a un profesional sanitario – matrona o fisioterapeuta especializado – para aliviar un rectocele. Se recomienda entonces el uso de un dispositivo vaginal conectado a un electroestimulador del suelo pélvico, para acelerar el entrenamiento del suelo pélvico.

Al estimular los nervios de los músculos del suelo pélvico mediante pequeñas impulsiones eléctricas indoloras, el suelo pélvico se tonifica progresivamente. Programas específicos predefinidos pueden aliviar distintos síntomas (incontinencia, dolor, prolapso, etc.).
🩺 Cabe destacar: ¡Algunos dispositivos están incluso reconocidos por la Seguridad Social! Para ser elegibles, deben cumplir ciertos criterios y respetar normas muy específicas.
Otros accesorios que ayudan a cuidar tu suelo pélvico
Existen otras soluciones naturales para aliviar un rectocele o fortalecer un suelo pélvico debilitado. Los conos vaginales y las bolas de Geisha pueden usarse como complemento de las sesiones realizadas en consulta.

Consideradas erróneamente como simples juguetes sexuales, las bolas de Geisha son grandes aliadas para el fortalecimiento del suelo pélvico. A veces son recomendadas por especialistas para optimizar los ejercicios de entrenamiento.
Muchas mujeres recurren a estas alternativas efectivas para recuperar mejores sensaciones durante las relaciones, en caso de prolapso genital.
Los conos o pesos vaginales permiten evaluar la fuerza y resistencia de los músculos del suelo pélvico con cargas de diferente peso.

Tonifican el suelo pélvico en solo unos minutos, siempre que se usen regularmente. Al igual que las bolas de Geisha, reentrenan progresivamente el suelo pélvico. Su posición vaginal, ligeramente más baja que las bolas de Geisha, estimula más los músculos superficiales del suelo pélvico.

Como habrás entendido, aliviar un rectocele practicando regularmente ejercicios en casa es totalmente posible. Sé constante y disciplinada en tu práctica y obtendrás resultados rápidamente. alentadores. Los síntomas del descenso de órganos, que tal vez sientas a diario, comenzarán poco a poco a desaparecer.
Fuentes :
https://www.has-sante.fr/
https://www.futura-sciences.com/




