Un elogio a la libertad y la autenticidad
Para Sylvie, el camino hacia esta libertad de ser uno mismo está intrínsecamente ligado a la ausencia del miedo al juicio, una filosofía que vive a diario, describiéndose como "afortunada" por su entorno benévolo.
Sin embargo, concede que la mirada que tiene sobre sí misma —especialmente en cuanto a su apariencia— sigue siendo más importante que la de los demás, aunque nunca ha permitido que esto impacte negativamente en su vida.



